fuente: NTR.
Juchipila. En Las Ventanas, sitio arqueológico ubicado en el municipio de Juchipila, en el que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) ha emprendido trabajos de liberación y consolidación, se han encontrado restos de la presencia de caxcanes, uno de los grupos de habla náhuatl más combativos contra el avance de los conquistadores españoles.
En algunas de las estructuras que circundan la Plaza de los Dos Altares y a nivel de superficie, fueron localizados siete entierros, todos en posición de cúbito dorsal flexionado y sin mayor ofrenda de acompañamiento, que podrían corresponder a la última ocupación del sitio, entre 1200 y las primeras décadas del siglo 16, cuando, de acuerdo con las fuentes históricas, fue asentamiento caxcán.
“Cinco de los entierros corresponden a niños de entre uno y cinco años, aproximadamente”, detalló el arqueólogo Marco Antonio Santos Ramírez, responsable de las exploraciones en el lugar, que se ubica a 8 kilómetros de la cabecera municipal de Juchipila.
Lo interesante, continuó el director del Proyecto Arqueológico Las Ventanas, es que las crónicas señalan que fueron las mujeres, los infantes y los ancianos caxcanes quienes permanecieron en esos sitios, mientras que los jóvenes participaban en las batallas de la Guerra del Mixtón, que tuvo su parte álgida en la región hacia 1541-1542.
Aunque este contexto arqueológico podría coincidir con lo señalado en las fuentes históricas, se han enviado muestras óseas al Laboratorio Nacional de Genómica para la Biodiversidad, en Irapuato, Guanajuato, para confirmar o descartar su filiación biológica.
Desde 2012, el INAH ha emprendido labores sistemáticas en Las Ventanas, con miras a su apertura a mediano plazo. La zona arqueológica comprende alrededor de 150 hectáreas que han sido adquiridas por el instituto, en 48 de las cuales se distribuyen las estructuras más grandes y conforman su zona nuclear, es decir, su centro cívico ceremonial.
Los trabajos se han enfocado en la Plaza de los Dos Altares, uno de los espacios que forman parte de las terrazas del sitio, en su parte este. Las construcciones que se encuentran en las faldas y en la cima del Cerro Las Ventanas datan de su época de mayor ocupación, entre 700 y 1200, durante el Epiclásico.
La plaza, de 150 metros de largo por 180 metros de ancho, está constituida por dos altares de 5 metros por lado al centro de la misma y está flanqueada por construcciones que estuvieron destinadas a la élite. En una de ellas hay una escalinata central que da acceso a un pórtico y de éste parten dos entradas que conducen a una serie de crujías en la parte posterior de la estructura.
“La distribución de la plaza coincide con la arquitectura de Occidente, de la región de Ixtlán del Río, Nayarit. Sin embargo, se trata del primer registro de este patrón arquitectónico para lo que hoy es Zacatecas; nunca se habían reportado dos altares al interior de una plaza y con la disposición de los elementos que la cierran por sus costados norte, sur y oeste”, precisó.
Estas fortalezas, explicó Santos Ramírez, eran punto de reunión para las ceremonias públicas. En el caso de la Plaza de los Dos Altares, se encuentra orientada a la salida del Sol, al este, donde se levanta la Sierra de Nochistlán, que fue usada como un calendario de horizonte.
El investigador del Centro INAH Zacatecas expuso que la escalinata central está orientada aparentemente hacia los equinoccios, lo que creaba un juego de luces y sombras que, de acuerdo con la disposición del par de altares, estaría marcando momentos importantes dentro del año ritual.
Asimismo, materiales arqueológicos recuperados como algunos objetos de cobre y de concha, los cuales corresponden al periodo Epiclásico, hacen pensar que el sitio tuvo en esta fase, 700 y 1200, una estrecha conexión con otros de la costa del Pacífico y de las culturas de Occidente.
Marco Antonio Santos comentó que Las Ventanas es el sitio más grande del desarrollo cultural conocido como Cañón de Juchipila, y que hace referencia a una serie de asentamientos distribuidos a lo largo y ancho de éste, teniendo como punto central el río del mismo nombre (Juchipila) y que se extendía hasta el Valle de Atemajac, hoy Guadalajara, Jalisco.
En 2014, las labores del proyecto estarán enfocadas a recuperar la casa acantilado que da nombre a la zona arqueológica, afectada por el grafiti y la fauna nociva. Este elemento, que se ubica en la parte media del cerro, es hasta ahora el más sureño dentro de la tradición de este tipo de construcción que se halla desde el oeste estadounidense, continuando por Chihuahua y Durango.
En los próximos años se estimará la liberación de algunas de las estructuras que conforman el área ceremonial del sitio, en la cima del Cerro Las Ventanas, entre ellas la Gran Pirámide y el Patio Principal.