VACACIONES DE ABRIL

Sucedió lo del año pasado y el antepasado y así sucesivamente: ¡nos quedamos con las ganas de ir al mar; pero pues ni modo, ya vendrán tiempos mejores.

En estas vacaciones de semana santa, estuve reflexionando a cerca de nuestro bello pueblo y cómo ha cambiado socialmente; muchos cambios, pero lo más interesante es que los remolinenses que viven en otros lugares ya no visitan con la misma frecuencia que lo hacían su bello pueblo, ¿qué estará pasando? ¿por qué ya no vienen?, muchas interrogantes surgen con este tema, lo que si es de esperarse que sus descendientes pierdan ese sentido de identidad que se tiene por El Remolino; es indescriptible el sentimiento que nace al volver a tu terruño y los que han permanecido fuera por mucho tiempo lo saben. Yo algunos años trabajé en Florencia Zacatecas, un municipio que está al oeste de El Teul, allá es otro tipo de clima, es más frio porque ese lugar esta en una meseta sobre la sierra, entonces la vegetación y el clima son muy diferentes a las que existen en el Cañón de Juchipila; bien recuerdo que cuando veníamos cruzando la sierra y al tener el primer contacto visual con el cañón, lo primero que llamaba la atención eran sus majestuosas mezquiteras a lo largo y a lo ancho, esos puntitos verdes que de lejos se miraban llenando el paisaje de un toque especial; eso al venir de lejos tal vez para muchos insignificante, pero para otros son llenadores de satisfacción, la satisfacción de estar en casa.

Aunque muchos no lo crean aun se juegan “pares o nones”, ese jueguito de apuesta de chicles que en nuestra juventud o infancia solíamos jugar, y  a veces serbia para poder acercarse a la chica que te gustaba, ¡cómo no recordarlo!; son tradiciones que aun perduran y sigue vigentes aunque uno las mire ya con poco interés y lo primero que dices “ya no son como antes”, jeje, el primer síntoma de que los años van haciendo mella en uno; pero ahí estuvieron los pares o nones, quien sabe cuantos ligues amorosos saldría este año con ese juego.

Otra tradición que la verdad no se si sea muy vieja  o no tanto es la de mojarse el sábado de gloria; yo algunos años no la vi, tal vez sería por la escases de agua ¿Quién sabe?, lo que si es que me quisieron bañar a cubetazos pero la verdad no me dejé; ya no es lo mismo (otra vez el síntoma), ¡si!, no es lo mismo, ahora con cualquier cosa se enferma uno, con tres chispas de agua que caigan y ya estás que con las anginas, que con la gripe, que el resfriado, que el chorro (ah, eso no ¿verdad?). Así que se bañaron con agua de las fuentes y todo pura felicidad, ¡bendita juventud!

¡y la playa apá!.......... por supuesto que no fuimos, pero un día por la mañana tomé mi hacha y les dije a todos los de mi familia ¡nos vamos a la leña!, ¿qué cosas no?, tenía tiempales que no iba a la leña, pero no era tanto el asunto de la leña, tenía ganas de caminar por aquellos terrenos que poco a poco vas dejando de transitar debido a la modernidad y estar pegado al internet. Pues sí, nos fuimos a la mentada leña, cortamos poquito así como lo de un nido de zopilote, realmente fue muy poco pero ¡ah cómo nos divertimos!, ¡si!, la primer parada fue en los “resbaladeros”, ¡qué tobogán ni que arena de playa”, un buen baño con terrero si lo tomamos; es un juguetito natural que tenemos ahí por el zanjón y que muchos ya ni voltean a verlo; mis hijos andaban muy divertidos aunque la mamá, ya se  han de imaginar, estaba asustadísima, cree que todavía sus pollito no aprenden a volar. De ahí continuamos zanjón arriba hasta llegar al canal, que era el fin de mi caminata, tenía ganas de sacar una foto para mostrársela a mis amigos internautas que visitan http://elremolino.com.mx o lo que leen este blog, realmente me avente ese paseíto gracias a los internautas; mis hijos se divirtieron un rato mojándose con agua del canal ¡si del canal!, agua sucia para muchos porque es de el rio, pero bajo el sol del medio día en el mes de abril, ¡no importa que sea agua del canal para mojarte la cabeza y refrescarte un poco!

Bueno, la recompensa de este paseo fue regresar a casa, colocar la leña en el asador y preparar un buen platillo de pollo asado y acompañarlo con unas chelas ¡ahhhh, qué ricooo! ¡SALUD!